Por Enrique Gómez
El nuevo delantero del Tri jugó un total de 67 minutos y estuvo cerca del gol
Si Julián Quiñones quedó desencantado con el nivel de la Selección Mexicana, hay que decirle que ya no hay vuelta atrás para elegir a Colombia, pues los dos partidos que jugó fueron duelos oficiales.
El jugador recién naturalizado debutó con México y aunque quizá no fueron juegos memorables, sí fueron correspondientes a un torneo formal de la FIFA, la Liga de Naciones de CONCACAF, por lo que ya es oficialmente seleccionado mexicano y con suerte acompañará al Tri en todo este incierto proceso.
¿Se arrepentirá después de ver que en ambos partidos fue banca en una serie donde el Tri estuvo a escasos segundos de quedar eliminado contra Honduras? Seguramente vendrán mejores momentos para el delantero del América y para el Tri, pero, por lo pronto, así fueron los dos primeros partidos del exjugador del Atlas con México, donde no pudo contribuir con gol ni asistencia.
En Tegucigalpa
· Derrota 2-0 de México
· Suplente
· Entró al 73’ en vez de Erick Sánchez
· Jugó 17 minutos
En Ciudad de México
· Victoria 2-0 de México (4-2 en penales)
· Suplente
· Entró al 70’ en lugar de Erick Sánchez
· Jugó 50 minutos
Quiñones no tiró penal en la tanda de desempate contra el equipo catracho. Quizá estaba proyectado para cobrar el quinto ‘definitivo’, pero como nunca se llegó a esa instancia, jamás sabremos si el atacante hubiera sido héroe o villano en el Estadio Azteca, aunque lo cierto es que nada tiene de heroico resolver un pase a la Copa América en la última de las instancias ante Honduras, cuando la serie fue a ida y vuelta.
Y no es por meter presión, pero el último naturalizado, Rogelio Funes Mori anotó en su debut con el Tri en aquel partido amistoso de principios de julio (victoria 4-0 sobre Nigeria).
Quiñones estuvo muy cerca del gol, incluso falló un par de ocasiones claras y al final se fue en blanco en su primera experiencia con México. Quizá fue pánico escénico.