Sucedió algo vergonzoso ante Islandia: el árbitro suspendió el partido a los 61 minutos luego de que la gente en el AT&T Stadium coreó sin pena y en varias ocasiones el grito prohibido.

La fiel afición en Estados Unidos no se ha conmovido (ni convencido) pese a toda la campaña que ha hecho la Federación Mexicana de Futbol desde hace años en busca de erradicar la expresión que se espeta cada vez que el portero rival despeja y que, ante FIFA, está tipificada como un acto homofóbico, por lo que le ha significado muchas multas y castigos a la Selección Mexicana.

Todavía en el protocolo previo al partido, el capitán Andrés Guardado emitió en mensaje para conminar a la afición a “respetar” a los rivales sin incurrir en discriminaciones, sin embargo, durante varios lapsos del primer tiempo, el público continuó gritando al portero hasta que, después de las advertencias del sonido local, el árbitro detuvo el encuentro por un minuto, de acuerdo con lo establecido.

En los siguientes minutos no hubo más gritos al arquero, o, cuando menos, bajaron considerablememte, por lo que el árbitro no tuvo que retirar a los jugadores del campo.

¿De verdad van a perder contra Islandia por primera vez? Así lo está sufriendo México