Por Karla Villegas Gama
Y no tiene que ver con Guillermo Ochoa, ni Jaime Lozano...
En la Selección Mexicana parece que cada ciclo es peor que el anterior; el discurso de “tocamos fondo” no cesa y perder contra Estados Unidos es el pan de cada día, pero ¿por qué?
Podríamos decir que a Jaime Lozano le faltó experiencia, bajo ese argumento entonces ¿qué pasó con Diego Cocca que llevó al Atlas al bicampeonato o con Gerardo Martino que dirigió al Barcelona de Lionel Messi?
Tras la debacle en Catar 2022 nos dijimos que el ‘Tata’ no estaba comprometido con el proyecto y que Cocca no entendía la idiosincrasia del mexicano… entonces ¿por qué con el ‘Jimmy’ tampoco pudimos?
Quizá el problema sean los jugadores, después de todo Guillermo Ochoa es el arquero nacional más goleado, aunque se nos olvide que también es el que más partidos ha jugado y hagamos ‘oídos sordos’ a que los rivales siguen mejorando y México está estancado.
El proyecto, la base del equipo
En la Nations League ha quedado de manifiesto que Estados Unidos es el ‘Gigante de CONCACAF’ y, aunque sorprenda, los datos no mienten.
Gregg Berhalter llegó al cuadro nacional en 2018 y, a pesar de que no renovó en 2022, Anthony Hudson, su auxiliar, quedó al mando. Cuando Hudson se marchó, en mayo de 2023, la Federación de Futbol de Estados Unidos nombró a su asistente, B.J. Callaghan, como mandamás. Tras un mes, Berhalter regresó.
El proyecto tuvo continuidad pues, aunque hubo dos técnicos en un año y medio, ambos tenían la misma visión y objetivos, la base del cuadro nacional no cambió, tampoco lo hizo el estilo de juego.
Al igual que México, Estados Unidos juega ‘con los mismos de siempre’, para muestra las finales de la Nations League de 2021 y 2024, siete de los titulares estadounidense que alinearon el pasado fin de semana, también jugaron en el partido de hace tres años: Tim Ream, Weston Mckennie, Sergiño Dest, Giovanni Reyna, Christian Pulisic, Tyler Adams y Tim Weah, los dos últimos suplentes en 2021.
En el caso del ‘Tri’, con tres técnicos distintos, los que repitieron fueron: Guillermo Ochoa, Edson Álvarez, Jesús Gallardo, Uriel Antuna, Hirving Lozano, Henry Martín, Luis Romo y Orbelín Pineda, los dos últimos suplentes en ambas ediciones.
Si ambas escuadras alinean básicamente a los mismos, ¿por qué los mexicanos siguen perdiendo?
Es que necesitamos más ‘europeos’…
Uno de los argumentos más socorridos en los últimos años es que la ‘legión azteca’ se ha ido reduciendo cada vez más, entonces ¿dónde queda el roce con ‘la crema y nata’ del futbol?
Sí, es cierto que jugar en Europa da más experiencia, forja de diferente manera a los futbolistas, la cuestión es que México usó a más ‘europeos’ en esta final, que en las dos ocasiones anteriores que se midió al conjunto de ‘las Barras y las Estrellas’ en el Final Four:
2021: Néstor Araujo (Celta), Edson Álvarez (Ajax), Jesús Corona (Porto), Hirving Lozano (Napoli), Diego Lainez (Betis) y Andrés Guardado (Betis), seis en total.
2023: Guillermo Ochoa (Salernitana), Edson Álvarez (Ajax), Orbelín Pineda (AEK), Santiago Giménez (Feyenoord), Jorge Sánchez (Ajax), César Montes (Espanyol) y Gerardo Arteaga (Genk), siete en total.
2024: Guillermo Ochoa (Salernitana), Edson Álvarez (West Ham), Hirving Lozano (Napoli), Orbelín Pineda (AEK), Johan Vásquez (Genoa), Luis Chávez (Dinamo de Moscú), Santiago Giménez (Feyenoord), Jorge Sánchez (Porto) y César Montes (Almería), nueve en total.
¿En dónde se forman los futbolistas?
Hay que considerar que el mexicano inicia su carrera en el territorio nacional y se marcha a Europa cuando está consolidado, pero ¿qué pasa si las fuerzas básicas se han quedado en el olvido?, ¿quién los forma?
A ello se suman los montos exorbitantes que las directivas piden por sus jugadores y que no resultan atractivos para los clubes europeos.
El camino de los estadounidenses es muy distinto. Para empezar, tienen un sistema colegial que les permite formarse en un ambiente competitivo. Después cuentan con un draft que les abre la puerta a la MLS, y, finalmente, existe la disposición de los clubes de venderlos a precios accesibles o con condiciones que, a largo plazo, también les resulte redituables (quedarse con un porcentaje de su carta, por ejemplo).
Prueba de ellos son Giovanni Reyna, quien inició su carrera en New York City FC y pasó al juvenil del Borussia Dortmund; Chris Richards, que jugó con Dallas FC y terminó de formarse en el Bayern Munich, y Tim Weah, quien dejó a New York Red Bulls para unirse a las inferiores del PSG.
Otro factor para considerar son las plazas para extranjeros, escasas en el ‘Viejo Continente’, que generan mayor competencia interna y que para los estadounidenses representan menos problema, ya sea porque crecieron en Europa, porque tienen la nacionalidad gracias a sus padres o abuelos, como Weston Mckennie, Folarin Balogun y Lucas de la Torre, o porque nacieron allá: Sergiño Dest, Antonee Robinson, Malik Tillman, entre otros.
¿Quién faltó?
Finalmente, hay que considerar que, en las listas de Martino, Cocca y Lozano, no hubo jugadores clave que se quedaran sin un lugar en el equipo, la realidad es que los tres técnicos llevaron a lo mejor de lo mejor en ese momento.
Si ya revisamos la cantidad de ‘europeos’ que tiene México con respecto a 2021, si ya definimos que ambos cuadros alinean a la misma base de jugadores y que el ‘Tri’ llevó a los más destacados en cada edición, ¿por qué seguimos señalando a Ochoa y al técnico?
Estados Unidos evolucionó y dejó de ser la selección de 1994, esa a la que Alberto García Aspe, Ignacio Ambríz y Zague le pasaban por encima.
México sigue esperando que un día su historia lo regrese, ‘como por arte de magia’ a ser el ‘Gigante de CONCACAF’.