Derechazo al ángulo que trajo paz y tranquilidad para la Selección Mexicana.

Henry Martín entró de cambio en los últimos minutos y al poco tiempo anotó el 2-1 final sobre Jamaica.

México sufrió mucho más de lo pensado en su debut dentro del Octagonal Final de CONCACAF en la cancha del Estadio Azteca, pero rescató el triunfo y le quitó fuerza a la oleada de cuestionamientos… por ahora.

Todo habría sido más fácil si Roberto Alvarado no hubiera fallado ese gol cantado que le quedó cuando remató al poste una diagonal que lo dejó solo frente al marco abierto, una vez que el partido ya iba 1-0.

El Tri saltó a la cancha con siete jugadores que estuvieron en los Juegos Olímpicos y uno de ellos fue quien abrió el marcador. Cuando el partido estaba más atascado y la desesperación amenazaba al Tri, Alexis Vega recibió un rebote dentro del área, recortó hacia afuera, hacia la media luna y desde ahí sacó un disparo que sorprendió a todos y se coló al primer poste para el 1-0 a los 50 minutos.

Después de la inverosímil falla de Alvarado al 63’ llegó el empate de Jamaica tras un mal rechazo de Jorge Sánchez, quien le dio un pase de gol a Nicholson para que éste venciera a Ochoa.

México jugaba mucho mejor, pero indicaba que sería uno de esos clásicos partidos de eliminatoria donde el rival resiste y desquicia al Tri. Todo cambió cuando Henry Martín entró de cambio al 81’, recibió una pared por accidente de Luis Romo y en los linderos del área sacó una ráfaga al 89'.

El Tri evitó un resultado penoso iba directo al montón de desastres veraniegos y ahora tendrá que levantar la cara para los duelos en Costa Rica y Panamá para los próximos días.

Aun así, la advertencia está dada: será una eliminatoria muy complicada, tal como se veía venir desde la Copa Oro, pues incluso el equipo ‘azteca’ sufrió ante una Jamaica diezmada en el Estadio Azteca.