Por Héctor Cantú
El partido de vuelta no pinta nada bien para el equipo de Jaime Lozano
La Selección Mexicana tiene un pie y medio en la eliminación de la Nations League luego de haber perdido 2-0 en el juego de ida ante Honduras.
El partido de vuelta no pinta nada sencillo para el equipo mexicano, ni siquiera bajo la condición de jugar el duelo en el Estadio Azteca, inmueble que ha dejado de pesar a favor de la escuadra mexicana.
Los escenarios no favorecen al equipo mexicano. Mucho menos bajo la condición obligada de no recibir gol.
Para avanzar a las semifinales de la Nations League sin contratiempos, México debe derrotar a Honduras por diferencia de 3 o más goles.
El 2-0 en el Azteca enviaría el partido a tiempos extra y en su defecto a la definición por la tanda de penales. En la compensación, el gol de visitante ya no tiene valor, por lo que de llegar a esa instancia, el Tri debería liquidar el juego en los 30 minutos dispuestos.
Cualquier otro marcador, sobre todo con Honduras marcando en césped mexicano, estaría llevando al Tri a la debacle, a la eliminación y al ostracismo.
El panorama es muy complicado para el Tri de Jaime Lozano, quien en un abrir y cerrar de ojos, se ha colocado en la cuerda floja de uno de los banquillos más polémicos y demandantes del futbol mexicano.