Hace una semana, Laremy Tunsil se preparaba para el segundo traspaso significativo de su carrera en la NFL.

En un instante, Tunsil se enteró de que lo habían traspasado de Houston a Washington, pasando de proteger a un quarterback estrella en ascenso, C.J. Stroud, a su sucesor, el Novato Ofensivo del Año, Jayden Daniels. Y no podría estar más emocionado.

"Les digo esto: estoy deseando bloquear para Jayden Daniels", dijo Tunsil el lunes. "Es un crack... Parece que es mejor tipo... No puedo esperar. Me va a facilitar muchísimo el trabajo".

Debido a su prestigio como uno de los mejores y mejor pagados tacles izquierdos de la NFL, el traspaso de Tunsil fue una sorpresa. Houston tenía claros problemas en la línea ofensiva en 2024, tan drásticos que el rendimiento de Stroud se vio afectado. Cambiar a su protector del lado ciego -y al mejor miembro del quinteto titular en el frente- parecía contra-intuitivo.

Tunsil, cinco veces Pro Bowler, explicó el lunes el movimiento. Los Texans querían dedicar sus recursos a jugadores más jóvenes y estaban dispuestos a sacrificarlo para invertir en otras opciones.

"Básicamente, solo intentan mantener unidos a los jóvenes. Es así de simple", dijo Tunsil, de 30 años. "Cuando era novato (en Miami) y hablaba con mi OG, Brandon Albert, Jermon Bushrod y Mike Pouncey, me decían que es un juego de jóvenes. Lo he visto con mis propios ojos. Seleccionaron a algunos jóvenes y acertaron con cada selección del draft. Intentan mantenerlos unidos, así que lo entiendo perfectamente.

"Acaban de pagarle a (el cornerback Derek) Stingley hoy, le dieron esa bolsa. Así que lo entiendo de verdad. No hay resentimientos. Al fin y al cabo, es un negocio. No me tomo nada personal". "No tengo resentimientos contra los Houston Texans".