Por Hiram Marín
Ya son dos décadas de que el ahora QB de los Buccaneers suplió a Drew Bledsoe
El 23 de septiembre de 2001, los New England Patriots enfrentaban a los New York Jets. Drew Bledsoe era el quarterback titular y sufrió un duro golpe por parte de Moe Lewis. En su lugar entró un joven desconocido llamado Tom Brady.
Tom Brady había sido seleccionado en la sexta ronda del Draft de 2000 como el pick 199 y los Pats eran un equipo que tenía muchas más historias de frustración y de quedarse en la orilla que éxitos.
Sin embargo, ese joven de 23 años que suplió a Bledsoe, poco a poco comenzó a sorprender a sus rivales y a sus compañeros por su liderazgo. Bill Belichick lo tenía como un arma secreta y le funcionó.
La historia ya es de todos conocida. Tom Brady jugó nueve Super Bowls con los New England Patriots, de los cuales ganó seis, pero además rompió todas las estadísticas de sus antecesores.
El debate sobre quién es el Más Grande de Todos los Tiempos (G.O.A.T. por sus siglas en inglés) se terminó en 2017 durante el Super Bowl LI, cuando Brady hizo lo que para muchos, era lo único que le faltaba para ser reconocido: ganar un juego grande con una espectacular regreso, en aquel 34-28 sobre los Atlanta Falcons.
Brady ya juega con los Tampa Bay Buccaneers y con ellos ganó su séptimo Super Bowl, fue de nueva cuenta el MVP y el próximo 3 de octubre enfrentará a los Patriots, con quienes sumó muchísimas glorias.