Por Hiram Marín
Los Detroit Lions vencieron 47-9 a Dallas, que cada semana juega peor
Ya se sabía que este era un partido un tanto disparejo, sobre todo porque los Detroit Lions últimamente se han constituído como un equipo poderoso, pero tampoco se esperaba una diferencia tan marcada.
Los Dallas Cowboys jugaron un pésimo encuentro y cayeron 47-9 en casa en un duelo en el que permitieron cinco pérdidas de balón..
El dominio de los Lions fue de principio a fin. Desde muy temprano tomaron la ventaja y esto se vio reflejado en los números finales. Jared Goff terminó con 315 yardas y tres pases de touchdown, además de que elementos como David Montgomery se lucieron al conseguir 80 yardas y dos anotaciones terrestres.
¿Qué pasó con los Cowboys?, la pregunta es extensiva. Realmente parece que ni ellos lo saben. Las jugadas enviadas por Mike McCarthy distan mucho de ser agresivas, la defensiva, que se supone es uno de sus departamentos más fuertes, lució completamente desconcertada y a la ofensiva realmente hay poco qué decir.
Dak Prescott, el nuevo multimillonario, fue limitado a lanzar 178 yardas, fue interceptado dos veces, capturado otras tantas y tuvo un raquítico porcentaje de pases completos al solo conectar 17 de 33 lanzados.
Si a esto se le suma la apatía colectiva y que realmente no hay una línea de dirección definida, se puede concluir que el equipo de la estrella solitaria está destinado a vivir una de las temporadas más triste de los últimos tiempos.
El problema no es el talento, es la ejecución y lamentablemente así se pierden los partidos.