Por Hiram Marín
Buffalo venció casi sin problemas a Denver con un despliegue terrestre impresionante
Josh Allen, James Cook y en general los Bills fueron aplastantes con los Denver Broncos, a quienes vapulearon 31-7 para de esa forma avanzar a la ronda divisional de la Conferencia Americana y seguir vivos en su búsqueda por el Super Bowl.
Buffalo demostró que por tierra es un equipo letal. El equipo superó las 200 yardas en ese rubro e individualmente James Cook sumó 120, el propio Allen 46, esto sumado a las 272 yardas por pase y las dos conexiones hacia touchdown.
En este tipo de partidos la experiencia juega un papel preponderante y no fue la excepción. La novatez de varios de los jugadores de Denver pesó en el momento menos indicado y esto fue aprovechado a la perfección por los Bills.
Ya fuera por tierra o por aire el dominio fue pleno, mantener a Bo Nix fuera del emparrillado era clave y por eso mismo el equipo local buscó estar siempre con la posesión del ovoide.
La intercepción fue clave, pues a partir de ese momento los Broncos parecieron caerse anímicamente; todo lo contrario a lo sucedido con Buffalo, que levantó la cabeza y fue todo por el triunfo.
El playoff divisional contra los Baltimore Ravens se espera como un gran partido y podremos ver a dos de los mejores ataques por tierra de la liga.