Por Luis Herrera
Es momento de evaluar algunos de los movimientos más importantes de los últimos 5 años
Recién terminado el draft de 2022, es tentador asignar calificaciones a los 32 equipos por sus selecciones a lo largo de tres días, aunque la realidad es que incluso algunos de los picks más aplaudidos terminarán fallando y otros que hoy son cuestionados pueden convertirse en grandes estrellas de la liga.
La verdadera evaluación de cada draft llega con los años. En ese tenor, este lunes 2 de mayo nos encontramos en un punto clave para asignar una nota al draft de 2019, con el cierre del plazo para ejecutar la opción de un quinto año de contrato a aquellos seleccionados en la primera ronda.
¿Cuál fue la nota de cada una de esas selecciones? Aquí lo analizamos.
Terrible: Dwayne Haskins (#15, Washington) y DeAndre Baker (#30, Giants)
Sabe mal incluir a Haskins en esta pieza, en particular dándole el peor grado, dado su reciente fallecimiento en circunstancias trágicas. Desafortunadamente, su desempeño en el campo fue uno de los factores que indirectamente llevaron al fatal desenlace: fue cortado por Washington tras la semana 16 de su segundo año con el equipo, firmando con los Steelers en enero de 2021.
Tras una temporada como suplente con Pittsburgh, Haskins renovó con el equipo en marzo pasado. Mientras se encontraba en Florida entrenando con algunos compañeros, fue atropellado la mañana del 9 de abril.
En el caso de Baker, un arresto en mayo de 2020 llevó a que los Giants lo liberaran antes del arranque de la temporada regular. Se incorporó a la escuadra de práctica de los Chiefs en noviembre de 2021, apareciendo desde entonces en apenas 10 partidos, solo dos como titular.
Mal: Clelin Ferrell (#4, Raiders), Andre Dillard (#22, Eagles), L.J. Collier (#29, Seahawks) y N’Keal Harry (#32, Patriots)
Cuatro jugadores que no solo vieron a sus equipos declinar la opción del quinto año, ni siquiera tienen garantizado permanecer en el roster final de 53 jugadores para el arranque de la temporada.
Hace tres años, Ferrell estaba proyectado alrededor del pick global #20, no en el top 5, quedándose lejos de justificar la apuesta de los Raiders, que sin embargo sin encontraron al pass rusher que buscaban en ese draft al tomar a Maxx Crosby en la cuarta ronda.
En el caso de Harry, su fracaso con los Pats se añade a la larga lista de receptores seleccionados por Bill Belichick en el draft que no logran consolidarse. Lo que resulta más doloroso para New England es que tras el prospecto de Arizona State dejaron pasar a Deebo Samuel, A.J. Brown y D.K. Metcalf.
Regular: Daniel Jones (#6, Giants), Devin Bush (#10, Steelers), Garrett Bradbury (#18, Vikings), Josh Jacobs (#24, Raiders), Johnathan Abram (#27, Raiders), Jerry Tillery (#28, Chargers) y Kaleb McGary (#31, Falcons)
Estos son los siete restantes picks de primera ronda de 2017 cuyos equipos no vieron necesidad de garantizarse sus servicios para 2023, si bien su desempeño les ha mantenido como titulares.
El caso que más llama la atención es el de Jacobs, quien en sus primeras dos temporadas con los Raiders superó las mil yardas por tierra, resultando segundo en la votación al Novato Ofensivo del Año en 2019 y recibiendo una invitación al Pro Bowl al año siguiente.
Sin embargo, Las Vegas decidió no comprometerse a un quinto año que le habría garantizado 8 millones de dólares, optando por seleccionar este año a un posible reemplazo en la cuarta ronda, Zamir White de Georgia.
Bien: Quinnen Williams (#3, Jets), Ed Oliver (#9, Bills), Jonah Williams (#11, Bengals), Rashan Gary (#12, Packers), Christian Wilkins (#13, Dolphins), Chris Lindstrom (#14, Falcons), Dexter Lawrence (#17, Giants), Noah Fant (#20, Broncos), Darnell Savage (#21, Packers), Tytus Howard (#23, Titans), Marquise Brown (#25, Ravens) y Montez Sweat (#26, Washington).
Estos 12 elementos han demostrado lo suficiente para que sus franquicias optaran por ejecutar la opción del quinto año, si bien ninguno ha recibido mayores honores en la liga.
Cabe destacar los casos de Fant y Brown, quienes este año cambian de equipo. El ala cerrada fue parte del paquete que los Broncos enviaron a los Seahawks para adquirir a Russell Wilson, mientras el receptor fue cedido a los Cardinals a cambio de una primera ronda de este año
Muy bien: Kyler Murray (#1, Cardinals), Devin White (#5, Buccaneers), Josh Allen (#7, Jaguars), T.J. Hockenson (#8, Lions), Brian Burns (#16, Panthers) y Jeffery Simmons (#19, Titans)
En este grupo encontramos a jugadores claramente consolidados en la NFL, todos ellos ya han recibido invitaciones al Pro Bowl e incluso White y Simmons ya fueron designados Second Team All-Pro una vez en sus carreras.
Murray fue el Novato Ofensivo del Año en 2019, ha aparecido dos veces en el Pro Bowl y, tras una seria disputa con Arizona hace unas semanas, probablemente firmará una millonaria extensión de contrato en los próximos meses. Sin embargo, es difícil considerarlo ya parte de la verdadera élite en su posición en la NFL. Ese honor solo le pertenece a un integrante de esta primera ronda.
Excelente: Nick Bosa (#2, 49ers)
Tras ser el Novato Defensivo del Año y recibir una invitación al Pro Bowl en 2019, una rotura de ligamentos en la Semana 2 acabó con la temporada 2020 del pass rusher de San Francisco.
El pass rusher egresado de Ohio State regresó en 2021 sin mayores muestras de la lesión, finalizando con 15.5 capturas, cuatro fumbles forzados y 32 golpes al quarterback. Si en su momento su hermano Joey fue el defensivo mejor pagado de la liga -ahora superado por T.J. Watt-, parece cuestión de meses para que Nick estampe su firma en un nuevo acuerdo que devuelva este honor a la familia Bosa.