Desde la temporada pasada los Michigan Wolverines habían mostrado deseo pero no les alcanzó. En esta ocasión mostraron deseo y sobre todo: un gran nivel de juego para derrotar 34-13 a los Washington Huskies y obtener el título del futbol americano colegial.

Guiados por el coach Jim Harbaugh, quien logró el cometido de darle el campeonato a su alma mater, por fin levantó ese preciado trofeo que se les negaba desde 1997, de la mano de una gran actuación de Blake Corum,  quien corrió para 133 yardas y dos touchdowns, además de J.J. McCarthy quien hizo lo propio al sumar 140 y Jonathan Edwards, con 104 y 2 TD.

Pero en general Michigan siempre fue mejor. Tanto a la ofensiva como a la defensiva. Los Wolverines capitalizaron los errores del rival y consiguieron dominar a la ofensiva comandada por Michael Penix Jr., quien fue interceptado en dos ocasiones pese a las 255 yardas lanzadas.

Uno de los programas grandes del futbol americano colegial por fin dejó de ser un espectador de cómo sus rivales levantaban los trofeos.