Por Hiram Marín
El conjunto africano ganó 3-0 en penales y avanzó a cuartos de final
El portero Yassine Bounou, la mala puntería de los tiradores españoles y la contundencia de Marruecos se convirtieron en factores para que el conjunto africano avanzara a cuartos de final al ganar 3-0 en penales.
España erró sus tres intentos, primero Sarabia al poste y posteriormente dos intervenciones providenciales de Bono, ante Carlos Soler y Sergio Busquets, le dieron el pase a los marroquíes, que siguen soñando.
Achraf Hakimi se dio el lujo de cobrar a lo 'Panenka' su penal y la fiesta marroquí estaba por comenzar.
Durante los 90 minutos, el equipo español nunca lució realmente peligroso. Si bien mantuvo la posesión del balón, esta no le redituó en el arco rival, mientras que Marruecos estuvo en lo suyo, el objetivo era que no le hicieran daño y lo logró.
Un tiro a puerta de cada equipo fue el resultado de 90 minutos trabados en media cancha, en los que ninguno de los dos equipos dejaba hilvanar jugadas a su rival, lo que poco a poco derivó en que se neutralizaran.
Luis Enrique lucía desesperado en la banca, le trataba de dar dinámica a su equipo con algunos cambios y sacaba a Gavi, quien se convirtió en el segundo jugador más joven desde Pelé en aparecer en un partido de eliminación directa de un Mundial.
Marruecos tuvo solo una y el resto del tiempo se la pasó esperando y destruyendo lo que hacía España. Le funcionó y forzó la prórroga la cual llegó, pero fue para seguir con la misma tónica.
Ya en los tiempos extra, Cheddira estuvo cerca de cambiarle el rumbo al partido, pero todo quedó en un intento, así transcurrieron 30 minutos más y la historia tenía que definirse desde los 11 pasos.
Ya en los penales, Marruecos fue contundente y España fue traicionada por un factor que había sido su fortaleza: la inexperiencia de algunos de sus jugadores.