La Selección Mexicana arrastró el prestigio en Catar 2022 de la mano de Gerardo Martino, un seleccionador que llegó con etiqueta de ser el hombre que cambiaría el rumbo del equipo mexicano y que terminó por ser una de las peores experiencias en la historia del equipo tricolor.
México terminó eliminado en la fase de grupos con 4 unidades. Con el sueño del quinto partido enterrado antes de tiempo y con un divorcio visible entre el estratega argentino y el resto de la plantilla que viajó a tierras cataríes.
El Tri pagó caro el miedo ofensivo de los planteamientos en los dos primeros partidos (Polonia y Argentina). Los dos goles conseguidos ante Arabia, los únicos de su participación en el Mundial, se colocan como la peor tercera marca conseguida en una Copa del Mundo, superada solamente en Suecia 1958 e Inglaterra 1966.
Al Tri le faltó un gol para clasificarse a octavos de final. Pero la toma de decisiones en el último tercio de la cancha falló. Centros fallados y malas decisiones a la hora de definir terminaron por dar al traste al sueño del equipo mexicano.
Ante Polonia y Argentina México renunció a su ADN futbolístico ofensivo con la intensión de contener y lograr los resultados que estaban en la calculadora. Para el tercer partido, las cosas cambiaron mostrando una mejor cara que con, el reloj y la calculadora en la mano, fue insuficiente para seguir con vida en Catar 2022.
El equipo mexicano regresará después de esta hecatombe y con Gerado ‘Tata’ Martino fuera del banquillo nacional. Comienza una nueva era con el Mundial 2026 en la mira.