Por Héctor Cantú
La Pulga se mantiene intacto con el sueño de ser campeón del mundo
Lionel Messi probablemente está viviendo, en Catar, la mejor experiencia en una Copa del Mundo en lo que va de su brillante carrera profesional, en la que ha disputado otras cuatro ediciones de la Copa del Mundo.
Messi llegó a tierras árabes con el deseo de poder levantar el título mundial que tanto se le ha negado en el pasado y ahora, a diferencia de otras ediciones, Leo se mantiene como el estandarte e hilo conductor de la Albiceleste.
Los números fríos reflejan, a pesar de los tropiezos del pasado, la importancia de La Pulga para Argentina en los Mundiales. En el partido contra Países Bajos, donde Argentina se impuso por 2-0, Messi recibió 5 faltas y se convirtió en el miembro más maltratado del equipo sudamericano.
La cifra le colocó, entonces, como el segundo jugador más fauleado en la historia de los Mundiales tras superar a Jairzinho y Neymar con los 69 faltas recibidos.
Solamente, en esta extraña lista, le supera su compatriota y referente Diego Armando Maradona, quien desde 1966, recibió 152 faltas en Mundiales.
Esta cifra incrementará y podría hacerlo considerablemente si Leo es capaz de llegar hasta el partido final al que no llega desde Brasil 2014, donde Alemania le superó por la mínima diferencia.