Por Redacción Fox Deportes
El Tropicana Field resultó seriamente dañado por el huracán Milton
Los Tampa Bay Rays anunciaron este jueves que disputarán la temporada regular de las Grandes Ligas 2025 en el estadio George M. Steinbrenner Field en Tampa, estadio de pretemporada de los New York Yankees, como alternativa a los daños ocasionados por el huracán Milton.
Los Rays no podrán jugar en su estadio habitual, el Tropicana Field en St. Petersburg, debido a que la reparación a los daños causados a la infraestructura del recinto por Milton el pasado 9 de octubre no estará completa para el inicio de la campaña en marzo del próximo año.
El George M. Steinbrenner Field es el estadio de pretemporada de los Yankees y, como alternativa para esta situación excepcional, es el que mejores condiciones presenta para el montaje de juegos de la temporada de Grandes Ligas.
"Los daños del huracán en el Tropicana Field nos han obligado a tomar medidas extraordinarias, al igual que los huracanes Helene y Milton han forzado a miles de familias y negocios en nuestra comunidad a adaptarse a nuevas circunstancias mientras todos nos recuperamos y reconstruimos", expresó el propietario principal de los Rays, Stuart Sternberg, quien dio las gracias al equipo de Nueva York por cederles este estadio.
Por su parte, el principal ejecutivo de los Yankees, Hal Steinbrenner, destacó su satisfacción por contribuir con los Rays y su fanaticada y subrayó el compromiso que tiene el equipo neoyorquino y la familia Steinbrenner con los ciudadanos de Tampa Bay.
"Nos complace extender nuestra mano a los Rays y a sus seguidores al proporcionarles una instalación de calidad de Grandes Ligas para esta temporada", afirmó.
"Tanto la organización de los Yankees como mi familia tienen profundas raíces en la región de Tampa Bay y entendemos lo significativo que es para los jugadores, empleados y fanáticos de los Rays tener sus juegos de casa del 2025 a sólo 30 minutos del Tropicana Field”, agregó el ejecutivo, quien además señaló que en este tipo de situación la rivalidad pasa a un segundo plano.