Darren McCaughan no estaba completamente seguro de lo que estaba pasando, pero sabía que era inusual.

Mientras McCaughan, un veterano de 29 años con su cuarto equipo en las Grandes Ligas, se acercaba a ponchar a José Altuve el jueves por la tarde, el Target Field se llenó de expectación. El público que asistió al primer partido en casa, mayormente silencioso durante las entradas intermedias, se alzaba cada vez más fuerte.

"Es la primera vez que no puedo escuchar el PitchCom ahí, así que fue algo nuevo", dijo McCaughan.

Altuve, un probable miembro del Salón de la Fama, se había ponchado cuatro veces, todas abanicando, antes de enfrentarse a McCaughan en la novena entrada. Y el público lo sabía. Querían cinco.

McCaughan se adelantó 0-2, antes de fallar con dos lanzamientos. Altuve conectó de foul un 2-2, y el sexto lanzamiento estuvo cerca, pero fue una bola, a pesar de las protestas del público.

Finalmente, en el séptimo lanzamiento, McCaughan se ubicó en la esquina inferior exterior de la zona, Altuve lo observó y el ponche número 5 quedó en el marcador. Era la primera vez que Altuve se ponchaba cinco veces en un juego.