Reivindicación y nuevos bríos. Eso, además del título es lo que quieren los Houston Astros, que después del escándalo de robo de señales de 2017 y los conocidos castigos, han sido señalados constantemente.

El propio equipo se ha tratado de redimir, de mostrar que si bien se cometieron errores éticos y trampas, además de las críticas por el hecho de que el castigo pareció blando, las cosas actualmente son distintas.

Los Astros han tenido que soportar que en los diversos parques que visitan, los aficionados lleguen con pancartas en las que los llaman tramposos y los ponen junto a botes de basura.

Incluso se generó el mote de 'Trashtros' y desde hace dos años en cada parque que pisan, los insultos hacia José Altuve, Justin Verlander y otros de sus peloteros son recurrentes.

Lo que no les queda claro a muchos es que el equipo de la 'Ciudad Espacial' es de élite. Las 106 victorias y 56 derrotas en temporada regular que los convirtió en el mejor equipo de MLB no fueron por casualidad.

Y mucho menos lo han sido los 7 triunfos consecutivos en playoffs. Nadie les hizo ni cosquillas en los Divisionales y en la Serie de Campeonato, ni siquiera los poderosos Yankees pudieron vencerlos.

Ahora están en una nueva Serie Mundial, en el papel lucen como claros favoritos sobre los Philadelphia Phillies y sin duda querrán demostrar que por lo menos en el diamante, ese episodio de la trampa ha quedado en el olvido.