Brewers y Mets, protagonistas del primer conato de bronca de la temporada

Jeff McNeil afirmó que no tenía intención de realizar una doble matanza en la octava entrada el viernes. Debido a que el tiro de Brett Baty desde la tercera base fue bajo, McNeil no tuvo tiempo suficiente para atrapar la pelota, girar y tirar.

Adames corriendo por la línea de la primera base. Él lo sabía. Rhys Hoskins no lo hizo. Acercándose a la bolsa de segunda base a toda velocidad, Hoskins se resbaló y derribó a McNeil, pateando la pelota fuera de su guante.

Mientras McNeil se ponía de pie, señaló a Hoskins y comenzó a gritarle. El segunda base de los Mets consideró la jugada innecesaria, si no completamente sucia.
Hoskins intentó “poner un clavo en la pierna de alguien”, como dijo McNeil. Hoskins no estuvo de acuerdo. Lo mismo hizo el equipo de repetición, que estudió la imagen durante la revisión y la declaró legal.

“Sólo un deslizamiento tardío”, dijo McNeil, citando un historial de “algunos deslizamientos bastante cuestionables” de Hoskins en la segunda base. “Tuvimos un poco de pasado, así que sabía que existía la posibilidad de que llegara así. Simplemente no me gustó su diapositiva”.

Mientras McNeil atacaba a Hoskins, tanto las bancas como los bullpens se vaciaron, pero sólo se intercambiaron golpes verbales. Los árbitros rápidamente restauraron el orden en lo que se convirtió en una victoria de los Cerveceros por 3-1 sobre los Mets.