Los Rangers perdían 3-2 en la parte baja de la novena entrada, todo parecía indicar que los Dodgers podrían llevarse el segundo de la serie, sin embargo, Adolis García pensaba comopletamente lo contrario, conectó la pelota de manera certera y voló la barda para impulsar dos carreras y darle a Texas el triunfo 4-3.

Los Dodgers quedaron tendidos en el diamante, luego de haber tenido un buen desempeño en el diamante, pero en el beisbol no importa cómo se comience, sino cómo se termina y ese home run de García significó un triunfo que era necesario.

Y es que después de caer de manera estrepitosa 3-0 el viernes, la novena de Arlington necesitaba levantar la cabeza y mostrar orgullo. Así fue este sábado, la actitud del equipo fue muy diferente y tuvo la capacidad de darle la vuelta al marcador justo en el último momento.

Los rostros de los Dodgers lucían desconcertados, ya no había nada más que hacer, el no haber apretado en sus turnos durante la octava y novena entrada trajo consecuencias y la principal fue una derrota que de verdad fue dolorosa.