Hirving Lozano, hasta las lágrimas en su despedida del PSV y de Europa

Se terminó el tiempo para Hirving Lozano en Europa, así mismo lo decidió él y con el silbatazo final del partido de este día entre el PSV y Feyenoord, se hizo oficial el final de su etapa en la liga de Países Bajos.

El San Diego FC, club que lo fichó como jugador franquicia a mediados de este año, le permitió terminar el año en el equipo de Eindhoven para que se mantuviera en ritmo, sin embargo, con el último partido del año natural para el PSV, también finalizó el lapso del mexicano en el futbol europeo.

Lozano ganó dos ligas con el PSV y aunque su segunda etapa no fue tan deslumbrante como la primera, sigue siendo un futbolista muy querido por la afición, por lo que, cuando fue al centro del campo para despedirse, la gente le dedicó un último cántico para enmarcar el cierre de un gran ciclo en su carrera.

“Me siento con muchos sentimientos encontrados. Un poco triste porque se acaba un ciclo, pero muy contento de lo que he logrado y de lo que he hecho”, comentó el jugador de 29 años en entrevista con el club, donde también describió el homenaje que recibió por parte de la afición en el Philips Stadium.

“El partido fue muy bonito, el PSV ganó y lo hizo bien. Al final el homenaje fue espectacular. Fue un momento muy hermoso y gracias a Dios lo pude vivir. Le agradezco mucho a la gente el apoyo y el cariño”, agregó tras la victoria 3-0 del PSV ante el Feyenoord de su compatriota Santiago Giménez.

“Cuando vi a mi familia vinieron las lágrimas. Se acaba una aventura y la verdad estoy como en shock. PSV es muy importante para mí. Aquí crecieron mis hijos, yo viví una gran etapa aquí y la verdad, significa nuestra segunda casa para mi familia”, dijo un conmovido ‘Chucky’ dentro de los vestidores.

Lozano decidió aceptar la millonaria oferta del San Diego FC e ir a Estados Unidos a despresurizarse. Aunque la decisión podrá ser muy criticada por truncar su paso en Europa de manera tan prematura, el mexicano ya vivió de todo: goles, campeonatos y la emoción de ser un ídolo de la afición.