Por Héctor Cantú
El francés marcó el tanto de la victoria y el título para su equipo
El PSG se había preguntado si la contratación de Ousmane Dembélé había sido adecuada con los antecedentes que había dejado en el FC Barcelona.
La duda había estado en el aire hasta la final de la Supercopa de Francia en la que el delantero se convirtió, por primera vez, en el monarca del PSG luego de marcar el gol de la victoria.
Fue una historia de esas que se escriben con un poco de dramatismo. Justo los ingredientes necesarios para que la historia de Ousmane destacara y se robara los reflectores de la prensa en Francia.
El partido prácticamente estaba destinado a la eliminatoria en tiempo suplementario hasta que apareció Fabián Ruiz por el costado izquierdo y arrastró la pelota hasta el área rival.
Allí, con el Monaco totalmente desfondado en lo físico, envió la pelota buscando el cierre, de Goncalo Ramos o bien de Ousmane Dembélé quien entró solo por el costado derecho y solo necesitó enviar la pelota al fondo de las redes.
Así, Dembélé encontró justicia en un partido marcado por las constantes llegadas al arco rival y los intentos de Ousmane de marcar al Monaco.
Luego de cinco intentos, finalmente Dembélé encontró las redes a dos minutos del final del tiempo extra.
La noche ha resultado en una auténtica inyección anímica para el PSG que se prepara para un segundo semestre definitivo y en el que intentará tener un mejor rendimiento del que dejó en el último tramo del 2024.