Por Héctor Cantú
Se acabó la paciencia y el tiempo en el Rebaño Sagrado
Se agotó la paciencia en el Rebaño Sagrado luego de que, ante Atlas, el equipo se fuera sin los tres puntos que estaban en disputa.
Los jugadores del equipo salieron a dar la cara y a disculparse con la afición por el mal momento que vive el equipo, escenario propiciado por la falta de gol que a su vez ha generado una dura crisis de resultados que está por convertirse en la peor de la historia del club en los torneos cortos.
El panorama no es más alentador para la plantilla y mucho menos para Ricardo Cadena, pues de nueva cuenta se enfrentan a una jornada doble que, en caso de no otorgar los resultados esperados, podría cortar, de tajo, el proyecto por el que se ha apostado para esta temporada.
Chivas tiene la posibilidad de sumar dos victorias que podrían cambiarlo todo. Desde generar un impacto positivo en la parte anímica del equipo, e incluso, catapultarlo a la parte alta de la tabla para abandonar el penúltimo lugar en el que se ubica luego de ocho partidos disputados.
El problema, para las Chivas, es que los rivales que tiene enfrente no son cosa menor. Primero se enfrentará a Tigres, un equipo que con el pasar de las jornadas muestra una mejor cara y que hasta el momento, solo ha sufrido dos descalabros en la campaña.
Después, su sinodal serán los Rayos del Necaxa, ubicado en la quinta posición de la general y que aún no ha empatado en el presente torneo.
Contra Tigres, las Chivas jugarán de local y han prometido no cobrar el boletaje, esperando que la decisión permita recuperar el apoyo de una afición que le ha dado la espalda ante tantos malestares y dolores generados.