Por Enrique Gómez
En Guadalajara encontraron la manera de ampliar sus horizontes y apegarse a su tradición
Chivas encontró la manera de expandir sus horizontes al extranjero: contratar a un portero que no tenga nada que ver con el futbol mexicano pero que sea mexicano por ley, o sea, Óscar Whalley.
Los puristas dirán que lo que importa de la regla de mexicanidad en el Guadalajara es el espíritu de solo integrarse por el talento hecho en México, pero lo cierto es que el club no está rompiendo la tradición, pues aunque el exjugador del Lugo nació en España y su padre es inglés, su madre es mexicana, por lo que ante las normas del país ‘azteca’, se le considera mexicano y eso le basta el ‘Rebaño Sagrado’.
Además, Whalley está muy feliz con por jugar en uno de los clubes más ganadores, populares y emblemáticos del futbol mexicano, luego de sus buenas actuaciones en la Segunda División ibérica.
“Muchísimas ganas de este reto, de venir a un club tan grande y sobre todo devolver la confianza que tanto la Secretaría Técnica como el club han puesto en mí”, comentó el arquero de 29 años en una entrevista para el propio club, donde también aseguró que buscará llevar el buen nivel que tuvo con el Lugo ahora al club tapatío, donde la idea es que pueda ganarle el puesto con Miguel Jiménez.
“Es parte de la madurez, de un portero, en mi posición: ser constante, mantener unas cifras buenas para dar puntos al equipo”, agregó el futbolista, quien también jugó en las ligas de Dinamarca y Grecia.
Con el español Fernando Hierro como director deportivo, Chivas halló la manera de ampliar sus fronteras para buscar jugadores y aunque quizá Whalley tenga poco que ver con México, Guadalajara ya es más flexible.