Por Héctor Cantú
Los primeros dos juegos de ida dejaron más aburrimiento que emociones
Los cuartos de final del torneo Clausura 2021 han dejado un mal sabor de boca, al menos en el arranque con dos empates sin goles en dos partidos que prometían un conglomerado de buenas emociones.
América y Pumas dieron el banderazo de salida a la antesala de las semifinales. Los dirigidos por Solari, mejor equipo del torneo, mostraron una cara totalmente ultradefensiva con la consciencia de que el gol de visitante ya no tenía la validez que en torneos pasados.
Aunque Pumas intentó proponer un partido abierto y totalmente ofensivo, pasar el cerrojo azulcrema fue extremadamente complicado, además de que en el fondo, Guillermo Ochoa estuvo a la altura de las exigencias.
En el otro partido, Monterrey y Atlas repitieron la dosis somnífera del primer encuentro. Rayados, con un plantel mucho más valioso en lo económico y futbolístico, no encontró los argumentos para superar a los Rojinegros que deberán definir todo en casa y frente a su gente.
Pero las estadísticas no mienten. El resultado de ambos cotejos era previsible, sobre todo porque Pumas fue uno de los equipos que más empates sin goles registró durante el torneo regular con 4. América y Atlas lo hicieron con tres y Rayados con dos.
De allí una base pare explicar que el Clausura 2021 se convirtiera en el segundo con el peor promedio de goles anotados en casi 100 años. Entre los cuatro equipos que disputaron los juegos de ida de los cuartos de final del Clausura 2021 alcanzaron el 60 por ciento del total de los empates a cero en el torneo regular.
Los técnicos se escudan en que el partido es a 180 minutos. Los futbolistas aseguran que lo dieron todo por dar un buen espectáculo. La realidad es que un partido sin goles, en una fase de eliminación habla del mal momento que vive el futbol mexicano. El espectáculo está agonizando.