Por Héctor Cantú
La maquinaria de Reynoso estuvo cerca de volver a tropezar
Cruz Azul se convirtió en un digno campeón del futbol mexicano tras derrotar 2-1 en el marcador global a Santos Laguna.
El equipo, lastimado en los últimos años por no poder ganar finales de liga y perderlas de maneras inverosímiles, terminó por dar al traste con una ‘maldición’ que duró más de dos décadas.
Aunque al final todo fue miel sobre hojuelas, hubo momentos en los que los viejos fantasmas aparecieron sobre el césped del Estadio Azteca sobre todo, después del gol de Santos que adelantó a los de la Comarca Lagunera en el juego de vuelta.
Fue un primer tiempo de espanto para Cruz Azul en el que regalaron balones y opciones de gol al equipo norteño sin poderle hacer frente con su juego ofensivo. Las bandas no encontraron profundidad y el centro del campo se partió.
El regaño llegó en el mediocampo en la voz de Reynoso. Cruz Azul no podía permitirse otro descalabro histórico y mucho menos volver a caer frente a su gente cuando la tarea estaba medianamente lograda.
Juan, quien también levantó el título como futbolista, llegó al orgullo de sus futbolistas en el vestidor y de esta manera logró revertir un marcador que por momentos tuvo al filo de la butaca a todo el gremio cruzazulino.
La segunda mitad fue totalmente diferente. Los cambios funcionaron y al equipo se le vio con mayor arrojo y determinación, eso que en otras ocasiones había sido opacado por una especie de miedo escénico a fallar en los momentos importantes.
Con este nuevo rostro inicia una nueva etapa en Cruz Azul que podría dejar buenos dividendos con la mano de Reynoso. Por lo pronto, la Máquina buscará hacerse de la copa Campeón de Camepones donde enfrentará al León.