Por Héctor Cantú
El Rebaño Sagrado sigue ensuciando el prestigio de su historia
El prestigio de las Chivas ha vuelto a ser arrastrado y ensuciado por un grupo de jugadores que no quisieron respaldar un proyecto que parecía poder ser exitoso en el futuro cercano.
El Rebaño Sagrado volvió a quedar eliminado de la fase de reclasificación a manos de un Puebla que parece haberle tomado la medida.
En el partido clave de la temporada, los jugadores de mayor experiencia y los referentes del equipo de Ricardo Cadena no supieron sacar la casta y terminaron por fallar oportunidades claras de gol que hubieran cambiado la historia.
Fueron un total de 22 disparos los que consiguió el cuadro rojiblanco, de los cuales solo 7 fueron con dirección al arco. Es decir, una tercera parte de los intentos llevaba cierto grado de peligro.
La cifra anterior revela el mal estado de la delantera del equipo que no encontró un hombre que estuviera a la altura de la institución y las necesidades de la misma en su deseo de volver a trascender en un futbol mexicano que en su formato sigue fomentando la mediocridad.
En la tanda de penales la historia volvió a ser la misma. El equipo poblano terminó por imponerse y las Chivas, con un disparo muy accidentado, se volvieron a quedar en la orilla.
Han sido tan constantes los tropiezos y las promesas no cumplidas, que las Chivas finalmente ha aceptado la palabra ‘fracaso’ como parte de su léxico de cada torneo. Así fue como llegó la disculpa con la que dieron por terminada su participación en el Apertura 2022.
De nueva cuenta vendrá una revolución que probablemente dé al traste a uno de los proyectos con mayor sentido de los últimos años como era el de Ricardo Cadena. Jugadores saldrán y llegarán otros nuevos, pasando por el mismo proceso de evaluación, mientras la toma de decisiones en lo más alto de la cúpula deportiva, siguen estando muy alejadas de lo que necesita uno de los llamados equipos grandes del futbol mexicano.