Si les pareció penoso el comportamiento del público el jueves pasado en el Estadio AKRON, lo que pasó en el hotel de concentración de Chivas en la Ciudad de México lo ha superado todo.

Como siempre que el Guadalajara visita la capital, un gran número de aficionados llevaron ‘serenata’ al inmueble, sin embargo, esta vez los cánticos fueron hostiles, lanzaron objetos e insultos a los pocos jugadores que se atrevieron a darles la cara y encima, irrumpieron por la fuerza al hotel para continuar con los empujones e insultos a futbolistas como Antonio Briseño.

Los aficionados reclamaron fuertemente al equipo por los malos resultados y exigieron la salida de algunos jugadores, pero al poco tiempo todo se descontroló y la gente derribó las vallas.

En su comunicado, Chivas condenó la violencia que se vivió la noche previa al partido ante Cruz Azul, llamó “pseudoaficionados” a las personas que causaron el problema y de paso culparon a algunos medios de comunicación por “crear un entorno hostil con encabezados amarillistas y provocadores”.

Momentos de decadencia en el Guadalajara y con algunos grupos de aficionados, empezando por el grito que suena en los estadios para castigar a sus equipos y los hechos violentos que se siguen viendo.