Por Héctor Cantú
Los jugadores levantan la mano para defender un proyecto sin pies ni cabeza
Chivas no tiene pies ni cabeza. La versión varonil se ha convertido en un equipo que anda a los tumbos dentro y fuera de la cancha y una vez más, frente a un micrófono, lo han refrendado.
Discursivamente pareciera que el Rebaño es la institución mejor organizada del futbol mexicano. El equipo donde prolifera el mejor de los ánimos y las relaciones son estrechas, sólidas entre jugadores, cuerpo técnico y directiva.
Pero las acciones revelan otra cosa. Un equipo descarriado que decidió terminar el proyecto de Víctor Manuel Vucetich para dar paso a un experimento bajo el nombre de Marcelo Michel Leaño quien aún no ha podido ganar después de tres juegos.
“La verdad estamos muy cómodos con él, con el sistema y cuerpo técnico. Tiene ideas muy buenas que si llevamos a cabo podemos sacar buenos resultados para acabar el torneo de la mejor manera. No estamos pensando en un cambio”, fueron las palabras de Jesús ‘Canelo’ Angulo previo al arranque de la jornada 13 del torneo Grita México.
Se agradecen las buenas intenciones frente a las cámaras. Pero Chivas debe demostrar esos dichos en el terreno de juego y más cuando el calendario le aprieta y pone en entredicho su participación en la Liguilla y en el repechaje.
Si Chivas es un edén. Si Chivas está sano, entonces deberá reflejarse un cambio este próximo domingo ante Toluca. Cualquier empate o derrota dejará en claro que el equipo rojiblanco es un Rebaño de mentiras.