Por Héctor Cantú
Las lesiones obligan al técnico del Barcelona a improvisar
El primer partido en la era de Xavi Hernández al frente del banquillo del Barcelona será histórico. Primero, porque su regreso al equipo de sus amores será en el Derbi catalán ante el Espanyol de Barcelona y segunda, porque tendrá que improvisar para armar al equipo titular.
La larga lista de lesionados tiene de cabeza al equipo en todas sus zonas. Sin embargo, la delantera es la más lastimada, por lo que Hernández tendrá que echar mano de piezas que en un principio no estaban en el presupuesto y donde demostrará qué tan bien podrá hacerlo desde la parte estratégica.
Las opciones que se barajan como un posible XI inicial considera en la defensa una línea de 4 con Piqué y Eric Garíca como defensas centrales y Jordi Alba y Sergi Roberto en las laterales.
En el mediocampo echaría mano de Sergio Busquets, Frenkie de Jong y Nico González en la media cancha y arriba, donde aparecen las sorpresas, jugaría con Memphis Depay como delantero centro, Gavi por el costado derecho y Ezzalzouli por el izquierdo, quien apenas ha jugado un partido con el primer equipo.
El Barcelona está obligado a sumar unidades para escalar posiciones y dejar la novena posición donde está clasificado en este momento. Una victoria podría catapultarlo hasta el sexto escalón, además de que anímicamente, sería un bombazo que Xavi Hernández iniciara con el pie derecho su gestión en el banquillo.