Por Héctor Cantú
El neerlandés no saldrá del banquillo como una decisión precipitada
El Barcelona es un hervidero de emociones negativas luego de sumar su segunda derrota en la UEFA Champions League ante el Benfica que lo deja cerca de ser eliminado de manera tempranera en la fase de grupos.
Nunca antes, el club de la Ciudad Condal había sumado dos derrotas consecutivos en el torneo de clubes más importante del mundo y el principal señalado, es el técnico Ronald Koeman, a pesar de que gran parte de la plantilla no lo responsabiliza en su totalidad de los malos resultados.
La directiva del club, dolida y desesperada por ver que el ‘carro’ no anda, sabe que lo peor que puede hacer es tomar una decisión visceral y desesperada, por ello han tomado al toro por los cuernos y decidido a dejar a Koeman en el banquillo, al menos, hasta el partido vital del próximo fin de semana.
Koeman no ha podido tener a su disposición al equipo entero. La lista de lesionados es amplia y esa justificación la utiliza para poner el pecho a las balas y pedir el apoyo de la directiva.
Ronald sabe que sus pupilos le apoyan, que tiene su respaldo, pero duda de que los de pantalón largo hagan lo propio. Así lo relató en la conferencia de prensa posterior al descalabro en Portugal.
Por ello, el estratega no será movido del banquillo hasta conocer lo que suceda en el Wanda Metropolitano, sede del próximo partido del Barcelona ante el Atlético de Madrid.