Por Héctor Cantú
El equipo culé fue superado con contragolpes y regresó a su triste realidad.
El Real Madrid asestó un duro golpe al Barcelona de Ronald Koeman, que sucumbió por 2-1 a pesar de poner un rostro competitivo, que no le alcanzó para llevarse un mejor resultado en el primer Clásico de la temporada, a pesar de jugarlo en un Camp Nou pletórico.
Este duelo, protagonizado por jugadores jóvenes por parte de ambas escuadras, marca el fin de una era con el que terminaron 16 temporadas sin la presencia de Sergio Ramos o Lionel Messi sobre el campo.
Los intentos de ambos equipos por llegar al arco rival quedaron asentados desde los primeros minutos del cotejo. Tanto Barcelona como Real Madrid comenzaron a buscar opciones para dañar a su rival en los primeros acercamientos hacia el arco rival.
La polémica apareció al minuto 21 de tiempo corrido, cuando Vinicius Jr. fue al suelo ante la cobertura de Óscar Minguenza. El colegiado no marcó el penal a pesar de los reclamos airados de la banca merengue. Las repeticiones desnudaron a un jugador brasileño insistente en ir al suelo a la menor provocación.
Tres minutos más tarde apareció la jugada más clara de la primera mitad. Sergiño Dest apareció dentro del área, ante un Courtois prácticamente vencido y con el arco abierto y en su deseo de asegurar el gol, terminó enviando la pelota por arriba del larguero.
Al minuto 31 apareció el gol que rompió el 0-0 en El Clásico. David Alaba mandó guardar la pelota para ponerle la cereza al pastel a una jugada de contragolpe precisa y perfecta que se generó luego de que Memphis Depay perdiera una pelota en los linderos del área rival.
Benzema tuvo muy poca actividad en el primer tiempo de cara a la portería de Ter Stegen. Su labor fue más de espaldas al arco, repartiendo balones a sus compañeros y generando espacios para hacer a los merengues más peligrosos.
Antes de terminar el primer tiempo, Ansu Fati lo intentó en otro acercamiento peligroso del equipo culé, pero en el camino de la pelota a las redes apareció el pie de Alaba, el mejor jugador del partido, para enviar la pelota al tiro de esquina y ahogar el grito de gol.
En la segunda mitad, el Barcelona mostró una cara diferente. La incorporación de Philippe Coutinho permitió que Sergiño Dest ocupara la posición de Minguenza para equilibrar más la batalla por la banda derecha con Vinicius Jr.
Ronald Koeman intentó cambiarle el rostro ofensivo a su equipo con la incorporación de Sergio Agüero, quien debutó en El Clásico en sustitución de Ansu Fati y Luuk de Jong, quien cada vez deja de ser del agrado del técnico neerlandés.
En los minutos finales, el Barcelona insistió en sus ataques. El Real Madrid regresó a su accionar basado en el contragolpe a sabiendas que la velocidad y la dinámica son de sus mejores condiciones.
Ya en el agregado, la estrategia de Ancellotti funcionó. En un contragolpes después de una posible falta de Piqué en el área, llegó el gol de Lucas Vásquez en un contragolpe para sentenciar la suerte de los blaugranas.
Sergio Agüero apareció en los suspiros finales para recortar distancias con el Real Madrid y poner cifras definitivas. El argentino se estrenó como goleador culé en su presentación en un Clásico Español.
Con este resultado, el Real Madrid escaló hasta la primera posición de la tabla general del futbol español y condenó a su acérrimo rival a quedarse hundido en la octava posición.