Por Karla Villegas Gama
Hay una sola razón por la que continuará en el banquillo
Dos días después de que se esfumara la posibilidad de ganar La Liga, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, señaló que era el fin de un ciclo, lo que hizo suponer el adiós de Ronald Koeman.
El holandés, que arribó a la Ciudad Condal el verano pasado en medio de un cisma tras el 2-8 de la Champions League y la posible salida de Lionel Messi, consiguió que el equipo mostrara destellos de la mística que le había caracterizado en años anteriores y ganó la Copa del Rey.
Sin embargo, hubo dos descalabros que lo ponen ‘en el ojo del huracán’. El primero es la eliminación de la Champions League a manos del Paris Saint-Germain, tras un desastroso duelo de ida en el Camp Nou, que terminó 1-4.
Después, la estrepitosa caída en La Liga. En la Jornada 33, los ‘Blaugrana’ tenían la posibilidad de hacerse con el liderato en casa y depender de ellos mismos para alzar el título; sin embargo, perdieron ante Granada y en las fechas siguientes registraron 1 ganado, 2 empatados y 1 perdido.
Naturalmente, el primer señalado fue Koeman, incluso se comenzaron a barajear nombres para sustituirlo: Xavi Hernández, Frank Rijkaard y Hans-Dieter Flick.
Pero la salida del holandés parece estar truncada por motivos económicos, de acuerdo con TV3, rescindir el contrato de Koeman y su cuerpo técnico asciende a 8 millones de euros, y el club no está en condiciones de perder dinero.
Ante este escenario, el técnico está más cerca de quedarse, por el momento, en el banquillo del Barcelona, que marcharse del equipo.