Por Hiram Marín
A pesar de que el Celta peleó, los 'Merengues' fueron más contundentes y ganaron 2-1
Real Madrid no fue arrollador y tampoco sufrió como normalmente suele hacerlo cuando los rivales lo encaran de tú a tú, pero sí hay que mencionar que aprovechó las que tuvo y derrotó merecidamente 2-1 como visitante al Celta de Vigo.
Y es que al equipo de Carlo Ancelotti solo hay que darle espacio y tiempo para que pueda hacer lo que sabe, sin necesidad de forzar la máquina. Primero fue Kylian Mbappé con un golazo al minuto 20, ventaja que se mantuvo hasta pasado el medio tiempó y que se vio cortada por otro gran gol, ahora por parte de Williot Swedberg, para emparejar los cartones.
Al Real Madrid le gusta crecerse ante el castigo. Ver que el rival crece es una afrenta y eso basta para que el arsenal de la capital española se conjugue y comience a activar la maquinaria. Y así, con el empate a cuestas y cuando parecía que Celta podía estar cerca de darle la vuelta, vino la genialidad de Vinícius Jr.
El brasileño festejó en grande, no era necesario más, era solo poner en orden la situación y demostrar en el marcador que el Real Madrid es superior a la gran mayoría de los equipos de la Liga. Hubo más llegadas, pero tampoco era necesario arriesgar de más. La ventaja fue cuidada hasta el tiempo de compensación y los tres puntos le ayudan sobremanera a los 'Merengues', para acercarse al Barcelona en la lucha por el primer lugar de La Liga.