Por EFE
Aunque el equipo ya está concentrado, su viaje a Venezuela está en suspenso
El seleccionador de Argentina, Lionel Scaloni, manifestó desde Miami que la delegación está a la expectativa de viajar el miércoles a Venezuela para jugar el partido de la novena jornada de las eliminatorias y, además de los contratiempos derivados por el huracán Milton, dijo confiar en que las bajas de jugadores no afecten el nivel del equipo.
"Habíamos pedido poder viajar hoy, pero nos negaron por el huracán y el viaje sería el miércoles", dijo a periodistas al dejar un manto de duda sobre el partido programado para este jueves.
Para llegar a la ciudad venezolana de Maturín, la Albiceleste debe volar a Colombia y desde la fronteriza ciudad de Cúcuta desplazarse por tierra, ya que los vuelos desde Argentina y Estados Unidos no están autorizados por el gobierno venezolano.
"Es una fecha muy difícil para nosotros en la convocatoria. Tuvimos muchos imponderables. Traer jugadores de Europa es difícil ahora. Tenemos que aprovechar a los jugadores que están en el futbol argentino", explicó.
Sobre el regreso de Lionel Messi a la convocatoria, el entrenador destacó que "está bien y anunció que "será parte del equipo".
Pese a las cuatro bajas por lesión en su plantilla y la ausencia por sanción de dos jugadores más, dijo que espera que sus dirigidos puedan “mantener el nivel” en las próximas dos jornadas de las eliminatorias sudamericanas.
Los lesionados son el lateral Marcos Acuña los delanteros Paulo Dybala, Nicolás González y Alejandro Garnacho. Además, están sancionados el defensor Cristian ‘Cuti’ Romero y el portero Emiliano ‘Dibu’ Martínez.
Scaloni expresó su respaldo a su portero. “Se expresó de una manera muy respetuosa y correcta. Es justo lo que ha dicho. Son cosas que no pueden volver a pasar. Sobre todo porque el equipo no puede permitirse no tener a Dibu o Cuti. Son jugadores importantes”.
Martínez fue sancionado dos fechas por el Tribunal de Disciplina de la FIFA tras haber golpeado la cámara de un periodista tras el partido jugado en Barranquilla y, por haber colocado el trofeo de la Copa América en su zona genital durante los festejos del título tras la goleada a Chile en el Estadio Monumental de Buenos Aires.