Por Héctor Cantú
El equipo italiano no pudo quedarse con los tres puntos en la Europa League
La Roma ha vuelto a dejar en claro que le cuesta trabajo cerrar partidos y llevarse un resultado favorable cuando logra pegar primero.
El cotejo disputado ante el Athletic Club de Bilbao volvió a dejar un mal sabor de boca en el equipo italiano que tuvo oportunidades importantes para poderse llevar el partido.
El equipo de La Loba se puso arriba en el tanteador con una gran jugada lograda por el costado izquierdo que terminó definiendo Artem Dovbyk con un cabezazo perfecto para lograr su tercer gol en lo que va de la campaña.
Aunque el equipo español presionó con autoridad a su rival, los minutos transcurrieron sin que los bilbaínos pudieras tejer una jugada que pusiera en serio peligro la meta romana.
Cuando el partido estaba por llegar a su final, apareció el quitarrisas del equipo que en esta ocasión vistió de morado.
A cinco minutos del final, Aitor Paredes consiguió el tanto del empate, mismo que fue festjado con euforia ante la complejidad que había significado el atacar el arco de la Roma.
De esta manera, tanto romanos como bilbaínos arrancan su andar en la Europa League con un empate que, si no los deja totalmente satisfechos, les da ánimos para afrontar las siete jornadas que les restan en la fase regular del torneo continental.