Por Héctor Cantú
Wembley volvió a atestiguar una victoria histórica de su selección
Wembley volvió a recobrar el brillo de estadio mítico al atestiguar la eliminación de Alemania, un ‘enemigo’ que se había paseado por sus prados en el pasado y que hoy, en ese mismo césped, ha quedado fuera de la Euro 2020.
Un gol de Raheem Sterling fue suficiente para que el equipo de Gareth Southgate recuperara sus sueños de disputar su primera final de una Eurocopa, la cual, por cierto se jugará en el mismo inmueble.
Fue un partido por demás cerrado donde los jugadores concentrados en el mediocampo resultaron ser un muro inflanqueable para ambos bandos. Los goles solo caerían como consecuencia de un error de concentración.
Alemania fue presa de sus errores. Primero a la hora de definir opciones de gol en la humanidad de Havertz y Müller, y después con pelotas perdidas en el medio campo que se tradujeron en los dos goles que le condenaron.
A Sterling le bastó empujar una pelota proveniente por el costado derecho que alcanzó a cortar Hummels para romper el 0-0 a 20 minutos del final.
Con el tanto en contra, Alemania se obligó a ir hacia adelante, abrir espacios y estuvo cerca de conseguir el empate, pero en Thomas Müller no pudo definir en el mano a mano ante Pickford, enviando su disparo por un lado del arco.
El l segundo tanto, el que liquidó el partido,se originó de nueva cuenta desde una desatención. Alemania regaló el balón al equipo local que construyó la jugada por el costado derecho y que terminó por liquidar el capitán Kane con un remate de cabeza certero para poner las cifras definitivas.
De esta manera se ha terminado una hegemonía alemana de más de 40 años en los que había salido airoso de Wembley y que hoy ha celebrado el triunfo de su selección.
Alemania regresará a casa con las manos vacías en el último partido de Joachim Löw como técnico de la Manschaft, mientras que Inglaterra preparará su partido para cuartos de final donde enfrentará al ganador de la llave entre Suecia y Croacia.