Por Héctor Cantú
Pide árbitros mejor capacitados en la Copa Oro
El debut de la Selección Mexicana en la Copa Oro resultó en una noche nefasta para el equipo de Gerardo Martino que inició el torneo de la CONCACAF con un empate sin goles ante Trinidad y Tobago.
El duelo ante los trinitarios fue una auténtica pesadilla. México exhibió poco futbol ante un combinado que mostró el rostro esperado: un equipo aguerrido, con mucho físico y excedido de revoluciones y fuerza a la hora de disputar los balones divididos.
La nula reacción del árbitro para permitir un juego limpio generó reacciones negativas en el público y en jugadores del combinado mexicano, como el debutante Rogelio Funes Mori, quien culpó al costarricense Ricardo Montero, que el duelo se saliera de control, en la cancha y en las gradas.
“Sí, obviamente (influyó), en la sintonía del juego, de la gente. Que la gente grite así, lo genera el árbitro. Hay jugadas específicas que el árbitro no marcó bien, nosotros estuvimos siempre a la altura, no tuvimos ese cachito de suerte para meterla, pero estoy consciente de que jugando así vamos a ganar”, detalló el Mellizo en zona mixta al terminar el partido.
El equipo mexicano tuvo que reponerse pronto al batacazo que significó la lesión de Hirving Lozano, quien abandonó el estadio en camilla y en collarín luego de un choque con el arquero rival. Pero el deseo de jugar al futbol fue detenido, desde la perspectiva del futbolista mexicano, por el mal trabajo arbitral que no estuvo a la altura del partido.
“Hicimos todo lo necesario, obviamente influyó el golpe de Hirving, al mediotiempo nos dijeron que estaba bien y estaba consciente, pero lo vimos todos: fue una jugada desafortunada y fue una penal más grande que una casa. A veces los árbitros no están capacitados para estos partidos y son ellos los que general el enojo de la gente y esperemos que pongan árbitros capacitados para los siguientes partidos”, sentenció el delantero de Rayados de Monterrey.
México se medirá a Guatemala en el segundo partido del certamen con el deseo de obtener un triunfo que lo clasifique a la ronda eliminatoria para buscar el bicampeonato.