COPA AMÉRICA

Cuando México fue 'la Cenicienta' de la Copa América

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Por Hiram Marín

El tricolor fue invitado a la edición 1993 en Ecuador y llegó hasta la final

Ecuador 1993. Después de muchas gestiones, México había conseguido ser invitado a la Copa América, competencia anteriormente reservada solo para naciones sudamericanas. Las ilusiones eran muchas, después de haber estado ausente en el Mundial de Italia 1990, las expectativas del Tricolor eran grandes.

Se contaba con una base importante de jugadores, en su mayoría salidos de la cantera de Pumas, que era en ese momento el máximo proveedor de jugadores del futbol mexicano, entre ellos Hugo Sánchez, quien después de su exitoso paso por el Real Madrid, había vuelto a México a jugar con el América.

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Miguel Mejía Barón era el técnico nacional y en la Copa América tenía la intención de que el futbol mexicano diera una buena cara, pero sobre todo, que tuviera una buena preparación para las duras eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos 1994.

Los elegidos para viajar a la primera aventura de México en la Copa América fueron Jorge Campos de Pumas, Nicolás Navarro de Necaxa, Claudio Suárez de Pumas, Juan de Dios Ramírez Perales de Pumas, Ignacio Ambriz de Necaxa, Ramón Ramírez de Santos Laguna, Miguel Herrera de Atlante, David Patiño de Pumas, Alberto García Aspe de Necaxa, Hugo Sánchez de América,
Luis García de Atlético de Madrid, Luis Roberto Alves ‘Zague’ de América, Alejandro García de América, Miguel España de Pumas, Carlos Turrubiates de León, Luis Flores de Atlas, Juan Hernández de América, Benjamín Galindo de Chivas, Guillermo Muñoz de Monterrey, Daniel Guzmán de Atlante, Abraham Nava de Necaxa y Raúl ‘Potro’ Gutiérrez de Atlante.

El primer partido fue contra Colombia en Machala y las dudas aparecieron de inmediato, pues el Tri perdía 2-1 con el gol de los cafetaleros conocido hasta estos días como el 'Fantasma de Machala', pues al parecer el balón nunca entró a la portería, pero no había VAR y la decisión arbitral era irrefutable.

Vino después el empate 1-1 contra la poderosa Argentina, que hacía soñar al equipo mexicano, sumado esto al empate sin goles contra Bolivia, que le daba a los tricolores el pase a cuartos de final, donde se mediría ante Perú, al que venció 4-2 y al anfitrión Ecuador, al que derrotó con un sorprendente 2-0 en semifinales.

México, el equipo 'Cenicienta', llegaba a la final. Las ilusiones crecieron cuando se tomó ventaja, pero vino una voltereta y el encanto terminaba. La Selección Mexicana perdió la final 2-1 contra Argentina, pero ganó el respeto de todos los participantes.

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