Por Héctor Cantú
El estratega del Manchester City se mostró desorbitado al comparecer con la prensa
Con el rostro desencajado y la mirada perdida, Pep Guardiola compareció obligadamente a la rueda de prensa una vez que se ha consumado la victoria del Real Madrid ante el Manchester City en las semifinales de la UEFA Champions League.
Guardiola no quería estar allí. No quería hablar para la prensa y mucho menos rendir explicaciones de la debacle de su equipo, al que le remontaron dos goles para que el equipo merengue sumara una final de UEFA Champions League más a su andar histórico.
La pregunta fácil resultó en la respuesta más difícil, más complicada y dolorosa: “¿Qué pasó para que el Real Madrid remontara al Manchester City”?. “No sé”, respondió seca y vacíamente un Pep Guardiola lastimado por el resultado que le priva de poder ser parte de una final de la Champions League.
Esta fue apenas la segunda derrota de Guardiola en el Santiago Bernabéu. La primera, con el Bayern Muncih y ahora, esta con un City llamado a ser histórico y que terminó tropezado y enterrado en el césped intocable del Santiago Bernabéu.
"Estuvimos cerca. Estuvimos cerca. Pero al final no pudimos conseguirlo. Es simple. En la primera parte no tuvimos juego, no fuimos lo suficientemente buenos. Pero no sufrimos mucho. Después de marcar el gol fuimos mejores. Encontramos el ritmo y nuestro juego y los jugadores se sintieron cómodos".
Guardiola, con una notable incomodidad, tuvo que felicitar al equipo del Real Madrid por haber alcanzado una final más en su andar.
"No es que en los últimos 10 minutos ataquen y ataquen y tú sufras.E so no ocurrió. Ellos pusieron muchos jugadores en el área, con Militao, Rodrygo, Vinicius, Benzema y pusieron centros y marcaron dos goles. Felicitarles a ellos y al Liverpool y que sea una buena final", agregó.
Guardiola aceptó que el Manchester City tuvo una de sus peores versiones, pero al mismo tiempo encontró en la presión hacia los jugadores la razón de su debacle.