Por Héctor Cantú
Pudieron dejarlo prácticamente liquidado, pero un error cambió la historia
El Liverpool asestó un golpe certero en su intento por avanzar a las semifinales de la UEFA Champions League luego de vencer, por 3-1 al Benfica en calidad de visitante.
Fue un partido redondo para el equipo inglés que resultó ser una aplanadora total ante el equipo lusitano al que no le tuvo piedad alguna, mucho menos con la generación de oportunidades de gol.
Una opción a balón parado fue la llave que necesitó para conseguir el primer tanto del encuentro. Konaté apareció dentro del área para rematar con cierta libertad para romper el 0-0 que hasta ese momento, le era cómodo al equipo local.
Con el gol, los Reds decidieron mantener la posesión de la pelota y buscar las opciones para hacer un gol más que pudiera ir definiendo la eliminatoria a su favor.
Y así llegó el segundo tanto con la sociedad del colombiano Luis Díaz y Sadio Mané, quien empujó la pelota al fondo de las redes para decantar, prácticamente en su totalidad, la eliminatoria.
Cuando parecía que el resto del cotejo sería un mero trámite para los ingleses llegó el momento clave del partido que convirtió en villano a Konaté, el mismo futbolista que había adelantado a su equipo en la primera mitad.
Un error suyo a la defensiva en su intento por despejar una pelota, terminó por dejar el esférico a merced de Darwin Núñez, quien solo tuvo que enviarlo al fondo de las redes para regresar el alma al cuerpo de un Benfica que cayó con la cara al sol.
A tres minutos del final, el mismo jugador colombiano que había asistido para el segundo gol, apareció para definir una gran jugada al contragolpe, aprovechando los espacios y sacando al arquero para devolver a su equipo la ventaja que hará mucho más manejable el partido de vuelta.
Todavía, en el agregado, Diego Jota tuvo una oportunidad de oro para dejar la diferencia para el juego de vuelta en tres goles, pero apareció el arquero Vlachodimos para acallar la oportunidad generada.
Con este resultado, al Liverpool le bastará un empate, una victoria o una derrota por la mínima diferencia en Anfield para avanzar a la antesala por el título.