Por Héctor Cantú
El equipo merengue pasó de noche en la ida de los octavos de final
El Real Madrid ha salido con una derrota de París en la espalda que deja un sabor más que amargo en todos los integrantes de la familia merengue.
Por un momento pareció que la estrategia de Ancelotti dejaría buenos dividendos: un empate sin goles, a pesar del elevado número de llegadas y opciones de gol que tuvo el equipo de la Ciudad Luz donde pasó desapercibido Lionel Messi y en el que el peso del ataque recayó en su totalidad en Kylian Mbappé.
La cifra escandalosa con la que terminó el Real Madrid el partido refleja el por qué los merengues no pudieron aspirar a competir en el partido y mucho menos a salir con la mano en alto del Parque de los Príncipes.
Los comandados de Carlo Ancelotti solo alcanzaron a gestionar tres llegadas al arco rival por 22 del equipo rival, una diferencia abismal para dos equipos que están llamados a ser protagonistas de esta primera fase eliminatoria de la Champions.
Sin embargo, la cifra se vuelve más y más oscura al reflejarse que en los 94 minutos de juego, el Real Madrid no logró un solo remate al arco de Donnarumma.
Por el contrario, el PSG tuvo 8 remates al arco, en los que Thibaut Courtois fue esencial para no salir goleado de suelo francés.
El casting perfecto: Kylian Mbappé fue fundamental en el triunfo ante Real Madrid
La plantilla del Real Madrid, donde brillan, Vinicius Jr, Karim Benzema, Marco Asensio, Gareth Bale y Rodrygo, no puede darse el lujo de competir en una eliminatoria en Champions League, de terminar un partido sin un solo disparo al arco, algo que no sucedía desde el 18 de septiembre de 2019.
Las estadísticas reflejan un dominio más que absoluto del PSG sobre el Real Madrid que salió dando gracias a que la eliminatoria siguiera abierta y no se hubiera definido en los primeros 90 minutos. Un gol es más que remontable en el Santiago Bernabéu, un campo que sabe de gestas y noches mágicas en la Champions League.