Por Héctor Cantú
El equipoo culé rescató una victoria más que valiosa
El Barcelona tiene vida y podrá respirar en la UEFA Champions League por una jornada más, luego de haber conseguido una victoria necesaria para mantener vivas sus aspiraciones de poder avanzar a los octavos de final.
El equipo culé sigue sin encontrar el ritmo que necesita, pero una genialidad de Ansu Fati volvió a salvar al equipo en el momento más oportuno para sumar los tres puntos de oro.
La anotación tuvo que llegar hasta pasados los 70 mintuos de tiempo corrido. Antes, el Barcelona había intentado hacer daño a su rival con muy poca fortuna y menos efectividad.
Minutos antes, el mismo Fati cayó dentro del área y el árbitro central decretó un penalti que segundos después fue revirado con la ayuda del VAR.
Los cambios de Sergi Barjuán surtieron efecto, sobre todo la entrada de Ousmane Dembelé, quien a pesar de entrar fuera de ritmo, le dio más presencia ofensiva al equipo culé.
El jugador que sigue dejando muchas dudas es Oscar Mingueza, quien hasta antes del pase para el gol de Fati, había fallado constantemente en sus intentos de ir al frente y servir un balón peligroso que pudiera poner peligro en el arco del Dinamo.
Otro de los futbolistas que aún no termina por estar a la altura del equipo en la Champions League es Memphis Depay, quien volvió a desaparecer en los momentos cuando más se le necesitaba sobre el terreno de juego.
A 9 minutos del final, el Dinamo estuvo muy cerca de encontrar el empate que hubiera hecho añicos el ánimo del Barcelona, pero apareció una mano providencial de Ter Stegen para ahogar el grito de gol local.
Esta victoria, combinada con la victoria de Bayern Munich sobre el Benfica, pone al Barcelona en la segunda posición del Grupo E y obligará al equipo a jugarse todo en su siguiente encuentro, cuando justamente enfrente al equipo portugués en casa 12 días después.