Por Karla Villegas Gama
Los 'Bávaros' concretó una de las máximas goleadas en la historia de la Champions League.
Bayern Munich goleó 9-2 al Dinamo Zagreb en la Jornada 1 de la Champions League, con lo que selló uno de los marcadores más abultados en la historia del torneo.
Los ‘Bávaros’ iniciaron con poca intensidad, pero eso cambió al minuto 9, cuando Jamal Musiala mandó el esférico al fondo de las redes; sin embargo, el abanderado señaló que estaba en fuera de juego.
A pesar de ello, la jugada del joven futbolista fue la punta de lanza para que los teutones tomaran el control del partido y comenzaran a llegar con más peligro al área croata.
Poco a poco la delantera local se articuló mejor y al 16’ Serge Gnabry consiguió lo que parecía el primero, pero el VAR volvió a entrar en acción para anularlo y, en cambio, conceder una pena máxima por falta sobre Aleksandar Pavlović. Harry Kane fue el encargado de cobrar desde los 11 pasos y no falló.
Al 35’, Raphaël Guerreiro hizo gala de su potente disparo de larga distancia para ampliar la ventaja. Tres minutos más tarde, el recién fichado Michael Olise marcó el tercero de los ‘Bávaros’ con asistencia de Joshua Kimmich.
Parecía que todo estaba bajo control, a pesar de que Manuel Neuer tuvo que salir por lesión al medio tiempo. No obstante, en el complemento, Dinamo Zagreb demostró que tenía vida.
Bruno Petkovic apareció al 49’ para acortar la distancia y, un minuto después, Takuya Ogiwara hizo lo propio para darle esperanza a los visitantes.
Con el marcador 3-2, Bayern se recompuso con el poderío de su ofensiva y, al 57’, Kane comenzó a sepultar el sueño de una remontada; seguido por otro tanto de Olisé, tras apenas cuatro minutos.
Dinamo Zagreb intentaba recuperar terreno, aunque sin éxito, y al 72’ una mano tras un córner le dio otro penal a los de casa, que Kane puso al fondo de las redes para concretar su hat-trick; eso sí, su cuenta crecería al 78’ con otra pena máxima.
Con la goleada en la bolsa, Bayern Munich no bajó los brazos y siguió apretando al rival. Leroy Sané apareció al 85’, con un disparo de larga distancia, y Leon Goretzka cerró la cuenta al 90+2 con un testarazo.
El marcador de 9-2 significa el partido con más goles en la historia de la Champions League, desde el 8-4 entre Borussia Dortmund y Legia de Varsovia en 2016.