Por Héctor Cantú
El Dinamo está listo para hacer la hombrada ante el equipo catalán
El Barcelona se jugará una final por demás importante en el campo del Dinamo Kiev en la cuarta fecha de la fase de grupos de la UEFA Champions League.
El equipo de la Ciudad Condal, que aún está en búsqueda de un técnico que se haga cargo del equipo, necesita una victoria para alargar su vida en la competición y no hacer el ridículo de quedar eliminado en la fase de grupos.
La última vez que los culés no superaron la primera fase fue en la edición 2000-2001, cuando quedó ubicado en la tercera posición del Grupo H con 8 puntos, producto de dos victorias, dos empates y dos derrotas.
Desde entonces, el equipo, que se convirtió en una máquina, llegó en cuatro ocasiones a la final y en cinco más se quedó en semifinales.
Pero la crisis deportiva que vive el equipo le ha puesto contra la pared. De forma sorpresiva, el neerlandés Ronald Koeman fue echado del banquillo antes de este vital partido, dejando toda la responsabilidad en Sergi Barjuán, quien debutará en la competición internacional.
Pero a este encuentro, el Barcelona llegará con las sensibles bajas de Sergio Kun Agüero, quien quedará inactivo al menos 3 meses, y de Gerard Piqué, quien marcó el gol de la victoria en el partido anterior, justamente ante el Dinamo de Kiev.
El Barcelona ha jugado un total de 10 partidos ante Rivales ucranianos en calidad de visitante, con un saldo de 6 victorias, 1 empate y 3 derrotas.
Este nuevo equipo no tiene margen de error. La victoria es obligada, de otra manera, el ricículo volverá a materializarse.