Por Héctor Cantú
Deontay se declara listo para la pelea del 24 de julio
La herida de haber sido noqueado por Tyson Fury en su último combate sigue abierta en la humanidad de Deontay Wilder.
Los recuerdos de aquella noche en Las Vegas siguen dado vuelta en la cabeza de ‘The Bronze Bomber’ intentando explicar qué sucedió y encontrando un sinnúmero de excusas que le permitieran sentirse menos impotente ante el resultado.
Pero Deontay sabía que la posibilidad de la revancha llegaría más tarde que temprano. Así se había firmado en el contrato y ahora ese ansiado momento ha llegado.
Fury volvió a irrumpir en la primera conferencia previa del combate fiel a su estilo, retador, sin camiseta. Intentando meterse, desde el primer momento, en la mente de su rival.
Pero ahora, Deontay le ha consignado a la derrota. La promesa está hecha y solo espera poder cumplirla sobre el cuadrilátero el próximo 24 de julio.
“Quiero algo más que noquearlo, la gente sabe a lo que me refiero. Este es el hombre que ha alimentado mi antojo de hacer una cosa en particular. Si eres un aficionado y me has seguido, sabes da lo que me refiero”, detalló Wilder.
Sobre la actuación de su rival en la conferencia de prensa, Deontay fue claro: el show mediático le pertenece a Fury, a él, le corresponde trabajar para lograr la victoria.
“No quiero escuchar nada, no hay nada nuevo por escoger. Dejemos que él haga el crico, que lo promocione. Saben lo que siento, a mí me corresponde hablar menos y actuar más”, agregó.
Esta será la tercera batalla entre Wilder y Fury. En la primera ambos compartieron un disscutido empate, mientras que la segunda edición de esta guerra se la quedó ‘Gypsy King’.