Leo Santa Cruz pensó en el retiro. Después de aquella noche donde fue noqueado de forma brutal por Gervonta Davis, el mexicoamericano, cuatro veces campeón del mundo encontró como única salida el colgar los guantes.

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Para él, aquel momento, que en primera persona recuerda de forma borrosa, significaba el final de su carrera: nunca antes lo habías ‘sepultado’ sobre el ensogado.

Pero Leo Santa Cruz, excampeón de peso pluma, superpulma, gallo y supergallo, resurgió de las cenizas gracias al cariño de la afición y de su familia y está de regreso con la firme convicción de conseguir el quinto título mundial en su carrera, un logro que lo convertiría en uno de los mejores boxeadores mexicanos de la historia.

Hoy, Leo vuelve a sonreír y no es para menos. El próximo 5 de febrero será parte de una cartelera histórica protagonizada por un cúmulo de pugilistas mexicanos que vienen pujando fuerte y que tendrá como platillo principal el pleito ente Keith Thurman y Mario Barrios y en la antesala al Terremoto ante Keenan Carbajal.

Santa Cruz, quien posee un récord de 37 victorias (19 por nocaut), 2 derrotas y un empate, vuelve después de año y medio de ausencia, tiempo en el que recuperó el ánimo, el trabajo boxístico y el deseo de volver a ostentar un cetro mundial.