Por Héctor Cantú
El estadounidense sabe que es ahora o nunca para vengar sus derrotas
Deontay Wilder está frente a la que podría ser la última oportunidad para reivindicar su nombre boxístico frente al hombre que se ha convertido en su ‘criptonita’.
A menos de un mes de la celebración de la tercera pelea ante Tyson Fury, el estadounidense sabe que una nueva derrota ante el británico lo convertiría en la sombra de Gypsy King, quien buscará el título del mejor peso completo del mundo.
La primera pelea, que terminó en empate, resultó polémica. En la segunda se disparon todas las dudas con el nocaut que sufrió, resultado que lo llevó a una profunda introspección donde descubrió los errores cometidos en la fase de preparación que lo convirtieron en un blanco fácil.
Ahora, con las lecciones aprendidas, Wilder sabe que la tercera batalla será de ojo por ojo y diente por diente.
“Me siento de maravilla. Todo lo que ha pasado está bien para mí. Mientras más tiempo pasa, me siento más confiado en hacer un trabajo diferente y perfeccionarlo. Hemos aprendido y creado cosas nuevas durante el campamento, algo que nos ha llevado el pensar en la posibilidad de ser dos veces campeón del mundo de los pesados”, detalló en conferencia de prensa.
Como suele suceder en las conferencias previas, Deontay aseguró que esta ha sido la mejor preparación que ha tenido en su vida donde buscará hacerle pagar con sangre, a Fury las peleas anteriores.
“Ya no existe el viejo Deontay. Este es un Dontay Wilder rejuvenecido y reinventado. Lo demostra´ra el próximo 9 de octubre. Esta ha sido la mejor preparación de mi carrera. A veces necesitas que pasen ciertas cosas en tu vida para cambiar. Estoy contento con mi forma física, mental, espiritual y emocional”, detalló.
Wilder, medallista olímpico, buscará su victoria número 43 en su carrera y tomar revancha del único boxeador en la faz de la Tierra que ha sido capaz de derrotarlo sobre la lona.