Por Hiram Marín
El irlandés se fracturó y perdió el combate ante Dustin Poirier y no se sabe si volverá
Gane o pierda, Conor McGregor es objetivo de las cámaras y los micrófonos. El irlandés es capaz de dar espectáculo y crear un escándalo aún sentado y fracturado de una pierna. Este sábado en UFC 264, después de ser derrotado por Dustin Poirier lo demostró.
En lo deportivo cada vez son menos los argumentos. Desde 2017 sólo ha ganado una pelea y aunque es y será por mucho tiempo el peleador mejor pagado de UFC, lo que le dio grandeza: su dominio en el octágono, se agota cada vez más.
Poirier le pasó por encima en dos ocasiones y se enfiló hacia el título de las 155 libras, una cuarta pelea ante McGregor luce lejana, tanto por la recuperación de 'The Notorious' como por los objetivos propios de 'The Diamond'.
Los ojos de Poirier y probablemente del UFC ya no están hacia McGregor sino hacia el campeón mundial de peso ligero, el brasileño Charles Oliveira, esta sería la pelea con mayor sentido deportivamente hablando, pero esa lógica no siempre está acorde con lo que piensa la compañía.
Ya de entrada, el hecho de que en la pelea con la que se cerraba la trilogía no se disputara ningún cinturón era un punto al respecto. Fue una pelea de dinero, que el propio McGregor se encargó de convertir en personal y pagó las consecuencias.
No es solo la fractura, es la derrota, lo desgastado que ya está un personaje como 'The Notorious', cuyo 'trash talk' ha rebasado la barrera del respeto y ha entrado peligrosametne en el terreno de la homofobia y la misoginia, además de que el sábado Conor demostró que es un mal perdedor.
A diferencia de sus otras derrotas, en las que se ha mostrado humilde y ecuánime, este sábado fue agresivo e incluso se metió con la familia de su oponente, a pesar de que este claramente lo había superado.
¿Regresará al octágono?, probablemente. No es un secreto que es el mayor negocio de la actualidad en UFC, pero lo cierto es que no es indispensable y ya se vio con Ronda Rousey. El UFC ha sido, es y será, con o sin ellos.