Por Enrique Gómez
"Sentí que tronó algo, hay que esperar los exámenes", dijo tras la derrota en Honduras
La lesión de Guillermo Ochoa le desbloqueó un problema a la Selección Mexicana: no hay un plan b para la portería. Aun así, el veterano espera que el Tri pueda revertir la eliminatoria contra Honduras y que así pueda clasificar directo a la Copa América y no pasar por el repechaje de CONCACAF.
“Fue en el choque cuando sentí que algo me tronó, vamos a esperar mañana los exámenes médicos, esperemos sea algo sólo muscular”, explicó el guardameta a los medios de comunicación, luego del partido perdido (2-0) en Tegucigalpa, donde tuvo que abandonar el campo a los 22 minutos.
Respecto al duelo, el cancerbero del Salernitana analizó que el equipo nunca pudo asentarse en la cancha del rival y por eso quedó dolido y molesto, pero como la eliminatoria está viva, el Tri buscará vencer por tres goles en el Estadio Azteca para avanzar sin problemas a las semifinales de la Liga de Naciones.
“El equipo no se sintió cómodo en ningún momento del partido; jugar en Centroamérica, en Honduras siempre es complicado, es parte de esa experiencia que se tiene que agarrar, el grupo está dolido, no le gustó la forma en cómo se jugó, hay que darle vuelta rápido”, admitió el portero.
“Todavía está abierto esto, falta un partido, que ellos vayan al Azteca; la gente aquí y ellos festejan el triunfo pero falta noventa mitos, jugar en el Azteca pesa bastante, tenemos que darle la vuelta, el grupo está consiente que fue un mal partido”, agregó el futbolista de 38 años.
Aún es una incógnita qué portero jugará en el partido de vuelta en el Estadio Azteca y de todas las lecciones a aprender del peor partido de México en la era de Jaime Lozano, también debería estar el definir quien es el segundo arquero del proceso, pues está claro que Ochoa no es eterno.