Por Héctor Cantú
Los verdiblancos sufrieron ante el Rayo Vallecano, pero lograron el boleto
El estadio Benito Villamarín se convirtió en un hervidero total luego de atestiguar el empate a 1-1 entre el Betis y el Rayo Vallecano, que terminó por darle al equipo local, el boleto a la Copa del Rey.
El partido subió de emociones hasta la segunda mitad luego de que en los primeros 45 minutos, el cuadro rojiblanco se dedicara a buscar una oportunidad a balón parado que le permitiera controlar de mejor manera el partido.
Por su parte, el Betis, que echó mano de algunos jugadores no titulares para darles descanso, se dedicó a cuidar y manejar la ventaja conseguida en el juego de ida de 2-1.
Sin embargo, los planes estuvieron cerca de salirse del guión. El Rayo Vallecano consiguió un golazo a balón parado que silenció al Villamarín, obligando al Betis a buscar el tanto que les diera el pase al duelo por el título sin llegar a los tiempos extra.
Los cambios de Manuel Pellegrini surtieron efecto. Joaquín se convirtió en el amuleto de la suerte con su incursión al terreno de juego al poner un pase filtrado que descolocó a la zaga visitante.
Con el tanto en la bolsa y con la cercanía del final del encuentro, el trámite fue mucho más sencillo.
Incluso, el Betis estuvo cerca de conseguir de repetir la dosis del juego de ida, sin embargo el mismo Joaquín terminó enviando su disparo a un lado del marco.
De esta manera, los Verdolagas regresan a un partido por el título de su Majestad 17 años después. En 2005, su última cita por el título, se convirieron en campeones tras derrotar al Osasuna por 2-1.